El bochornoso espectáculo del que fuimos testigos el pasado martes en la sesión de la Asamblea Nacional nos dejó con una incómoda sensación por varios días. A pesar de que estamos conscientes de que la realidad que hoy vivimos no es precisamente una etapa de la que Venezuela se sentirá orgullosa en el futuro, hay cosas que no dejan de sorprendernos.
Cuando creíamos que la prestancia del Parlamento había alcanzado su punto más bajo en la historia republicana del país, nos dimos cuenta de que la caída puede ser aún más profunda. El momento en el que el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, Pedro Carreño, tomó el micrófono y expresó airadamente su homofobia disfrazada de retórica política, no solamente irrespetó a una comunidad que en todo el mundo está ganando derechos y reconocimiento, sino que también dividió aún más a un país polarizado. Fuimos muchos los que sentimos vergüenza con todos esos niños que, en horario para todo público, pudieron presenciar ese desafortunado espectáculo en vivo y directo por el canal de todos los venezolanos.
Lo más triste de todo es que la AN es hoy el reflejo no solamente de la política en Venezuela, sino también de sus calles, de sus instituciones, de su justicia. La AN es el reflejo de la “Patria” que tenemos. El problema de fondo no es quien es homosexual, sino quien hoy, ya bien entrado el siglo XXI, cree que serlo es algo malo. Y, lamentablemente, de esos tenemos aquí y allá. Pero, incluso peor que eso, es que se use uno de los pilares de una República, como lo es el Poder Legislativo, para intentar aniquilar civilmente a un adversario político.
¿Cuánto más daño se le puede hacer a un país que lo único que pide es un poco de respeto? ¿Cuánto más hondo deberemos caer para darnos cuenta de que, tarde o temprano, tendremos que cambiar el rumbo y comenzar desde más abajo?
Esta es, definitivamente, la lucha de la vulgaridad contra la decencia. Hoy, después de años de lamento, ha llegado el momento de que cada uno de nosotros se mire al espejo y se pregunte: ¿de qué lado estoy?
(Guayoyoenletras.com)
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